Hoy en HablemosDeCoches vamos a hablar de una marca española que rompió los moldes y que a base de ingenio y trabajo duro se dedicó a explorar los caminos que la industria de la automoción dejó de lado por no echarle suficiente valor. Hoy hablamos de Mymsa y sus triciclos.
El inicio de Mymsa
A mediados del siglo XX, y dado el panorama político en España, dependiendo de quiénes fueran tus amigos no había quien parase tranquilo, por lo que sea. Durante la primera mitad de siglo, en Cataluña hubo una empresa que aún así prosperó notoriamente, y era talleres Aragall.
Llegado 1951, los hijos del dueño, Josep y Jaume Aragall rompen con lo establecido en su casa y comienzan a construir una moto de 125cc, que comercializarían a partir de 1953 bajo la empresa Motores y Motos Sociedad Anónima, más conocida como Mymsa.
Empezaron desarrollando el motor y montándolo sobre una moto ya existente, pero al final la construyeron entera.
Lo mejor de esta gente fueron sus test de fiabilidad, que consistieron en poner la moto a circular una semana seguida, parando únicamente para cambiar al piloto y repostarla cuando era necesario. Prueba a hacerlo con una moto de hoy en día a ver qué pasa.
En 1953 presentan la moto en la feria de muestras, con bastante éxito, y ahí comienzan una andadura empresarial de 10 años fabricando motos, furgones y vehículos especiales.
Los triciclos de Mymsa
En Mymsa nunca se caracterizaron por seguir la línea del resto de empresas, ni por no atreverse a innovar. Llegaron incluso a competir con sus motos, pero cuando el sector empezó a saberles a poco fueron un poco más allá y comenzaron las furgonetas.
Se cree que el primer camión grúa de Barcelona fue de Mymsa.
Es en estas cuando aparecieron los triciclos de Mymsa, y son una maravilla.
Al tener experiencia fabricando motos, adaptaron una transmisión por cadena a un pequeño vehículo urbano de uso comercial que, atención: pesaba 200 kilos y era capaz de cargar con otros 250. Para aligerarlo recurrieron a estrategias tan locas como que sólo tuviera tres ruedas, que es una locura y una maravilla a partes iguales. Lo llamaron Mymsa Rana 3R y no era raro verlos por Cataluña. Normal, son ideales para una ciudad grande.
Si queréis profundizar en la historia, los herederos tienen una web morrocotuda (cojonuda) en la que podéis encontrar bastante información, o hacérsela llegar para que la completen.
Y si queréis colaborar con HablemosDeCoches a la vez que aprendéis sobre estos temas podéis hacerlo adquiriendo este libro, por ejemplo.
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