Hoy en HablemosDeCoches vamos a hablar de un coche que fue de los iconos de los 80. Es más, como coche en sí es una basura, pero como icono de los 80 no tiene precio. Hoy toca hablar del Delorean DMC-12.
El nacimiento del Delorean DMC-12
A lo mejor por el nombre no lo has reconocido, pero al ver la foto irremediablemente te has acordado de Marty McFly y de Doc, usándolo para viajar en el tiempo. En efecto, este es el coche de Regreso al Futuro, y tiene una historia muy curiosa detrás.

El nombre de la marca, Delorean, viene del apellido de su fundador, John Delorean. Este señor fue un ingeniero de GMC (General Motors) que destacó y fue ascendiendo hasta convertirse en una de las figuras más destacadas de la marca. Era una figura destacada y un destacado figura, con un tren de vida más propio de uno de los Rolling Stones que de un ingeniero. Se casó con una supermodelo y protagonizó polémicas que no eran del agrado de la marca, por lo que lo invitaron a irse, seguramente de forma poco amable, visto lo que pasó después.
Delorean empieza de cero en Irlanda del Norte
Con el IRA aun bullendo, John Delorean decide plantar su fábrica en Irlanda del Norte en la década de los 70, cosa como poco llamativa.
Pero todo tiene sentido cuando lo pintas del color del dinero. El gobierno de Irlanda subvencionó la fábrica con 100 millones de libras a cambio de que la pusieran en su país. Hablemos de liberalismo económico…
Como sea, en el 76 ya tenían un prototipo del Delorean, pero la estructura se basaba en una tecnología que permitía hacerla muy ligera… de una manera que no era viable producir coches en masa. Grave error, porque hubo que renunciar a ella y fabricar coches mucho más pesados de lo que pretendían inicialmente, comprándole la carrocería a Lotus. Y no es bueno que un deportivo pese mucho, porque corre poco.

Como estaban empezando y no tenían poderío para desarrollar sus propios motores, los montaban de Volvo, Renault y Peugeot.
Chasis de Lotus, motor de Renault/Volvo/Peugeot y el logo de GMC.
Con lo que finalmente parieron un “deportivo” tremendamente pesado que iba a tener un motor de sólo 170 caballos, pero por la normativa de emisiones acabaron siendo incluso menos: 130. Se trasca la magedia.
El fin de Delorean
Finalmente, el coche se vendió entre 1981 y 1982. Fue todo un fracaso en ventas, y no ayudó que a John Delorean le detuvieran por tráfico de drogas con 25 millones en cocaína. Al final quedó en libertad sin cargos, pero no pudo dirigir su compañía mientras estaba detenido, y su ausencia no ayudó a hacerla rentable…
Finalmente la empresa se fue a la mierda, y los 100 millones de dólares de subvenciones se fueron con ella. El Delorean DMC-12 fue todo un fracaso del que ni nos acordaríamos de no ser porque el coche, siendo una mierda como era, se convirtió en un objeto de coleccionismo e indiscutiblemente en uno de los coches más guays de la historia gracias a las películas de Regreso al Futuro. Sí, es una mierda, pero reconozcámoslo: todos querríamos tener uno.
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Este artículo no hubiera sido posible si no nos hubieran dado la idea nuestros lectores tuiteros, nuestro más sincero agradecimiento. Si tú también quieres sugerirnos uno, o simplemente decir algo más del Delorean, puedes dejarnos un comentario, o contactar con nosotros a través de Facebook, Twitter o Instagram.
Un comentario en «Delorean DMC-12, un objeto de coleccionismo»
Muy interesante.