Hoy en HablemosDeCoches vamos a hablar de uno de los primeros circuitos que hubo en Europa, y que curiosamente estaba en España. Además era tan extremo que se dejó de usar en parte porque los pilotos no tenían huevos a meterse ahí. Hoy hablamos del Autódromo de Terramar.
Cuando no había autódromos en toda Europa
Era el año 1923. En toda Europa sólo había dos autódromos y alguien tuvo una brillante idea: construir otro en España.
Pero ya por aquel entonces, Spain was different y claro, había que hacerlo un poquito… interesante.
Se buscó una zona adecuada y financiación, y acabaron plantándose en el municipio de San Pedro de Ribas, en Barcelona, con 4 millones de pesetas, que en la época era una bestialidad de dinero, y hoy en día es aproximadamente el precio de una entrada de cine, palomitas y una cocacola mediana en cualquier sala de Madrid.
Y ya lo tenemos: se construyó el Autódromo de Terramar, de 2 kilómetros de longitud, y en el que incluso se corrió el Gran Premio de España en 1923. Pero, ¿por qué era tan especial?
El circuito estaba pensado para ir a lo bestia por él, por eso se peraltaron las curvas hasta 60º, casi como en un velódromo. Imagínate tomar una curva y que tu coche esté tan inclinado que faltaría menos para volcarlo que para ponerlo de pie. Pues así son las curvas de Terramar.
El público no iba a Terramar
Lamentáblemente, contaban con poco presupuesto, así que en las carreras que se celebraron allí no podían ofrecer premios en metálico y claro, esto no interesaba demasiado a los pilotos. Por no mencionar los cojones que hay que tener para meterse ahí. Y si no hay pilotos de renombre, tampoco hay mucho público y la cosa empieza a hacerse insostenible. Así que a los 2 años de abrir, dejó de celebrar carreras.
Afortunadamente en 1929 el circuito cambió de manos y pasó a ser propiedad de Edgar Morawitz, que lo rehabilitó y volvió a hacer carreras en 1932. Aunque la gracia le duró poco tiempo porque estalló la Guerra Civil y no se llevaba demasiado bien con el bando que ganó, así que antes de que empezaran los problemas con las autoridades lo vendió a José-Emilio Ferrer Dalmau, que lo estuvo explotando hasta los 50, tanto para carreras de coches como de motos, incluso alguna de la Vuelta a Cataluña, para que no se diga que no hablamos de ciclismo en el blog.
Finalmente, en 1955 se disputó la última carrera de coches y motos del circuito.
El Autódromo de Terramar hoy
A día de hoy el autódromo permanece cerrado y no se disputan carreras, pero se pueden dar vueltas recreativas siempre que el dueño actual te de su permiso para entrar con tu coche.
Como cuando se lo dio a Carlos Sainz y Miguel Molina para que dieran una vuelta a una velocidad media de 170 km/h (imagínate hacer 2 km en 42,6 segundos con el coche tumbado a 60 grados).
Tampoco hay que olvidar cuando Jeremy Clarckson y compañía fueron allí y grabaron un episodio de la segunda temporada de The Grand Tour
¿Conocías este circuito? ¿Estás planeando ir en tus próximas vacaciones? Pues cuéntanoslo en comentarios, o a través de Facebook, Twitter o Google+.
5 comentarios en «El circuito más bestia está en España: el Autódromo de Terramar»
Un artículo muy interesante sobre el mejor circuito para los amantes del motor. Muchas gracias por la información, la desconocía totalmente.
Gracias a ti por leernos. Esperamos poder retomar este proyecto en breve.
Very interesting
Gracias