Hoy en HablemosDeCoches no vamos a hablar de ningún piloto mítico, ni ningún diseñador. Hoy, vamos a hablar de las mujeres que permitieron que estemos hablando de coches hoy en día, y que podamos disfrutar de estas máquinas que tantas satisfacciones dan.
Bertha Ringer: la primera conductora
Esta mujer es, probablemente, la persona más importante que ha habido y habrá jamás en la automoción, porque de no ser por ella no se habría vendido ni un sólo coche en el mundo.
A lo mejor si te digo su apellido de Casada te suena más: Bertha Benz.
A finales del siglo XIX, Carl Benz estaba ocupado con un nuevo invento. Una máquina capaz de propulsarse a sí misma y a los pasajeros que se montaran, y sin necesidad de raíles. Tenía tres ruedas y se llamaba Motorwagen, y parecía que no tenía ningún futuro, porque ni dios se lo compraba.

Hasta que una mañana, su mujer se levantó, le hizo el desayuno al bueno de Carl, cogió a los niños, se montó en el Motorwagen y se marcó un viaje de 200 km desde Mannheim a Pforzheim, para demostrarle al mundo que el invento de su marido era lo suficientemente práctico para que todo el mundo necesitara uno.
Y funcionó, sólo tienes que ver la de coches que hay en tu calle ahora mismo. Pues se los debes a que Bertha hizo la idea lo suficientemente atractiva para ser comprada (y a que Carl inventó el automóvil, dicho sea de paso).
Ahora parece fácil, pero imagínate hacer un viaje de 200 km, con un depósito de 4,5 litros en un coche que probablemente consumía más de 20 litros a los 100, y antes de que se inventaran las gasolineras. ¡Tuvo que comprar la gasolina en las farmacias que se encontró por el camino!
Inventoras
Pero además de la idea de Bertha para vender el invento de su marido, hubo más mujeres importantes en la automoción, como las siguientes, que inventaron cosas que hoy tenemos como normales pero a nadie se le ocurrieron antes:
Mary Anderson, que inventó el limpiaparabrisas en 1903. ¿Qué cómo se conducía con lluvia antes de que lo inventase? Pues sacando la cabeza por la ventanilla, obviamente.
Margaret A. Wilcox, que inventó la calefacción en los coches en 1892. Vale, sólo era un conducto que llevaba el aire caliente de alrededor del motor al habitáculo, y no se podía regular la temperatura, pero sentó las bases de la calefacción.
Florence Lawrence, que además de ser una actriz canadiense muy famosa, inventó un sistema de palancas que accionaban unos brazos que quedaban por fuera del vehículo e indicaban la dirección a la que ibas a girar antes de que girases. Y no sólo eso, además inventó la luz de freno. Al menos uno de sus dos inventos sigue usándose hoy en día, porque los intermitentes han caído en el olvido, al menos en Madrid.
Dorothy Levitt, que era conocida como la mujer más rápida del mundo. Se dedicó a competir, y publicó un libro en el que recomendaba llevar un espejo (y un revólver) para vigilar al resto de pilotos. El cachondeo fue monumental, ya que decían que lo del espejo era por puro narcisismo femenino, pero 10 años después todos los coches montaban espejos.
Mujeres importantes
Y como de nada sirven estos inventos, si no se pueden vender, vamos a acabar con un breve repaso a las mujeres de negocios más importantes de la automoción.
Louise Sarazin, que en 1887 comenzó el negocio de la distribución de motores Daimler en Francia. Y gracias a esto, posteriormente pudo prosperar la industria automotriz con Peugeot, Citroën, Renault…
Sophie Opel, Dirigió Opel desde la muerte de Adam Opel en 1895 hasta la suya propia en 1917, sentando las bases de un gigante que ha llegado hasta nuestros días.

Louise Piëch, la hija de Ferdinand Porsche. Cuando murió su marido, Anton Piëch ella se quedo con la empresa que tenía, y que se encargaba de importar Volkswagen a Austria. El primer año vendió 14 Escarabajos. Y hoy en día, la red de concesionarios de Volkswagen es la que es, y nació de ahí.
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