Hoy vamos a hacer de abogados del diablo y defender al malo. Desde que estalló el escándalo de Volkswagen nos enfrentamos a una campaña de desprestigio contra los coches diésel bastante potente pero… ¿es justa?
En defensa del diésel
Ciertamente, los vehículos diésel emiten contaminantes. Además contaminantes muy feos, porque su humo es negro, a diferencia del de los motores gasolina, que no se ve, y visualmente parece más limpio. Pero que no se vea, no quiere decir que no esté ahí…
Los motores diésel emiten más óxidos de nitrógeno que los de gasolina, eso es así y nadie lo puede discutir. Y ahora parece que es lo único que cuenta. No obstante, también emiten menos CO2, que al final sigue siendo un gas de efecto invernadero y comporta unos riesgos para la salud. De hecho son riesgos muy grandes, no olvidemos que el calentamiento global está causando pérdidas incalculables.
Y empieza a ser discutible (no tenía que haber dicho en el párrafo anterior que nadie lo puede discutir) eso de los NOx: los nuevos motores de gasolina utilizan unas tecnologías que lo que persiguen es realizar combustiones a mucha mayor presión y temperatura, y eso degenera siempre en más NOx.
Las famosas partículas
Hace unas semanas hablábamos de que el humo de los diésel es negro porque contiene partículas de carbonilla, que se expulsan a través del tubo de escape y se ven, dando ese tono oscuro tan característico de los diésel y que no se ve en los gasolina.
No obstante, el hecho de cambiar la manera de quemar combustible en los motores de gasolina está repercutiendo en lo que emiten, y ya están empezando a generar partículas, aunque mucho más pequeñas y por tanto invisibles al ojo humano.
La diferencia es que a los coches diésel se les obliga a montar un filtro antipartículas que reducía la emisión en un 99%, y a los de gasolina hasta hace poco no se les obligaba. De modo que en motores modernos te encontrabas mayores emisiones de partículas en los gasolina que en los diésel. ¡Qué chorprecha!
El consumo
Todos sabemos que los motores diésel gastan menos, aquí hay poco que decir. Aunque me gustaría añadir algo, y es que las emisiones de CO2 van siempre ligadas al consumo, por lo que los gasolina emiten más CO2 como comentábamos hace un rato. No todo es tan horrible en el diésel.

Conclusión final
Ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos. Y eso que nos están metiendo en la cabeza de que los coches diésel son el demonio y hay que acabar con ellos, no es tan cierto como nos quieren hacer ver.
Dicho lo cual, voy a finalizar la entrada diciendo que sin lugar a dudas yo me compraría un gasolina. Al final a la larga salen más baratos.
Y si tienes un diésel y quieres mantenerlo bien por más tiempo, puedes usar un aditivo de limpieza de inyectores, y además de cuidar tu motor colaboras con HablemosDeCoches.
¿Y tú qué opinas? ¿Crees que el fin del mundo se acerca por culpa del diésel? Puedes dejar tu opinión en comentarios, o contárnosla a través de Twitter, Facebook o Google+. Estamos deseando hablar contigo.