Cuando alguien menciona la marca Aston Martin, a la mayoría de la gente le vienen a la mente coches de lujo, deportivos de ensueño que son capaces de atraer la mirada de cualquiera con su belleza. Y luego está el pariente feo, al que bautizaron como Cygnet. El Paquirrín de la familia
Aston Martin Cygnet, el enano de la familia
El Cygnet fue el coche más pequeño que vendía la marca entre los años 2.011 y 2.013, año en el que sus cifras de venta, absolutamente desastrosas, hicieron que la marca lo retirara del mercado.
Se trata de un pequeño utilitario de 3,5 metros de largo. Lo que consideraríamos una pelotilla con un motor pequeño, de 97 caballos y 125 Nm de par. Si bien no parecen cifras espectaculares, no son para tomarlas a broma. ¡Un motor con estas especificaciones es capaz de mover un coche como este incluso aunque tenga el aire acondicionado encendido! Digno de un Aston Martin.

¿Por qué cojones hizo Aston Martin algo así?
Bien, tras ver en la foto anterior al resto de familiares del Cygnet, es normal que uno se vuelva loco y no entienda por qué una marca reputada se la jugaría así lanzando este coche al mercado. Curiosamente, fue por un tema de emisiones.
Como lo lees. En 2012 entraba en vigor una nueva normativa de emisiones en Europa, y una de las limitaciones que tenía para las marcas era que la media de emisiones de CO2 de su gama debía estar por debajo de unos valores concretos. En caso de que una marca se quede por encima, debe pagar una multa por cada coche que venda, y esto puede esquilmar sus beneficios.
Lógicamente la gama de Aston Martin emite como un transatlántico, así que ni cortos ni perezosos, lanzaron al mercado este coche, que bajaba la media de emisiones y les reducía la multa.
Y como tampoco querían gastarse mucho en desarrollar el coche, lo que hicieron fue pagar a Toyota para poder basarlo en la plataforma del Toyota IQ.

Las ventas del Cygnet
La pregunta es clara, una marca de coches de lujo de repente se lanza al ruedo y presenta un utilitario de lujo, ¿qué tal le fueron las ventas?
Pues como decíamos ahí arriba: desastrosas. Pero es interesante ver algún detalle más.
Aston Martin vende exclusividad, vende lujo… Aunque saque al mercado un utilitario, tiene que venderlo como un coche de lujo para no perder su estatus. Piensa que el coche más barato que vendían en esa época estaba en 134.000 €, así que el Cygnet no podía ser barato, aunque fuese una pelotilla de 3,5 metros basada en un Toyota IQ tuneado.
Pero claro, es que es una pelotilla, no podían poner un precio desorbitado… ¡Menudo problema!
Al final para hacerlo exclusivo, restringieron la venta del Cygnet a clientes que hubiesen adquirido previamente un Aston Martin, para que lo usasen como coche de diario. Parece una solución inteligente.
Sólo falló un detalle: el precio. Al final lo fijaron en 40.000 €, siempre que comprases el Cygnet más barato que se vendía y sin ningún extra (la tapicería buena eran 3.000 pavos más).
Mientras tanto, el Toyota IQ más caro costaba en torno a 14.000€, por lo que nadie en su sano juicio se compraría uno tuneado por el triple de dinero. Ni aunque ponga Aston Martin en el capó.
Inicialmente la previsión de la marca era vender 4.000 coches al año, pero ni se acercaron, porque quitaron la restricción de ventas y dejaron que cualquiera pudiese adquirir uno independientemente de si ya tenía un Aston en su garaje.
Al final fue un fiasco que olvidar para la marca y que seguramente no te cruzarás por la calle nunca.
Y si quieres que todo el mundo sepa lo friki que eres, siempre puedes comprarte una de estas camisetas de Aston Martin y de paso colaboras con HablemosDeCoches.
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3 comentarios en «Aston Martin Cygnet, el Paquirrín de los coches»
Unas palabras muy acertadas para este pequeñin, si bien ahora y desde su lanzamiento se puede considerar un «caso aparte», estoy seguro de que en un futuro lejano alcanzará cifras astronómicas en subastas.
Pues no lo había pensado, pero tiene pinta de convertirse en capricho de coleccionista, sí