Por fin os traemos la tercera parte de la vida de Enzo Ferrari, el complicado creador de la marca a la que todos los pilotos aspiran. Hoy veremos la parte más chunga de Enzo Anselmo Ferrari, sus frases más míticas, y algún detalle muy curioso de su vida.
La fuga de talento masiva
Como ya hemos mencionado hasta la saciedad, Ferrari era un hombre muy complicado, con un carácter quizá demasiado fuerte, que le propició enfrentamientos y conflictos a lo largo de toda su vida.
Debido a este carácter, varios miembros de su equipo le abandonaron a principios de los años 60, entre otros el mítico Phill Hill (¿os acordáis de él? Le pagó parte de su carrera como piloto a Carrol Shelby).
Los ingenieros y pilotos que se fueron fundaron un equipo rival: Automobili Turismo e Sport (ATS). La intención era entrar en guerra con Ferrari y demostrar que eran mejores que él.
El final de esto es, como en toda guerra: malo. La pobre ATS acabó mal y Ferrari tuvo problemas para finalizar el desarrollo del vehículo en que estaban trabajando en aquel momento, el Ferrari Dino, que derivaba del 250 y acabó siendo el primer Ferrari fabricado en serie.
Claro, Ferrari sólo hacía pequeñas series de coches súper exclusivos, ¿por qué iba a necesitar fabricar sus vehículos en una cadena de montaje?
A partir de aquí y salvo alguna excepción puntual, la carrocería de todos los Ferrari fue diseñada por Pininfarina. Recuerda este nombre cuando pienses que el diseño de un Ferrari es magnífico, porque no es obra de Ferrari, es obra de su carrocero Pininfarina. Y no tenía exclusividad, si te fijas verás más coches suyos por las calles.
Y a todo esto, ¿cuál fue la discusión que motivó la fuga de talento de Ferrari y la aparición de la producción en cadena en la marca?
Pues no se hizo público hasta 1.998, cuando se supo que todo fue por diferencias sobre el rol que tenía la mujer de Enzo en la compañía. Separar la familia de los negocios parece una buena idea.
El trato de FIAT con Enzo Ferrari
En 1.969 Ferrari tenía unos problemas financieros que ni los de Lola Flores y necesitaba la ayuda de otra marca.
Repasemos el panorama: Enzo se llevaba fatal con Alfa Romeo, Bugatti estaba hecha mierda, y Lamborghini empezó a hacer coches sólo para tocarle los huevos a Enzo, porque su fundador había tenido una discusión con él (de esta historia ya hablaremos).
La cosa estaba algo fea, así que Enzo llegó a un trato con FIAT, ellos se quedaban el 50% de Ferrari y él mantenía el control sobre el área de competición de la marca.
Justo ese detalle fue el que le hizo asociarse con FIAT, ya que anteriormente estuvo flirteando con Ford, que le estaba dando para el pelo en los circuitos con sus GT-40, pero no alcanzaron un acuerdo porque no querían que Enzo dirigiese la competición. Ellos se lo perdieron.
Enzo se quedó de CEO de su marca hasta que cedió el control a Luca Cordero di Montezemolo en 1.974.
El hombre que murió con dos días de desfase
A la marca no le iba muy bien en los 80, así que probaron algo que hasta entonces no habían hecho: poner turbos a sus coches de carreras… Pero tampoco funcionó.
Al pobre Enzo se le acababan los días y no iba a volver a ver ganar a la Scuderia en Fórmula 1.
Afortunadamente en 1.988 volvieron a alzarse con el título, justo el año en que Enzo falleció finalmente, rematando su vida de una manera excepcionalmente curiosa.
En el primer artículo mencionamos que su padre no pudo inscribirle en el registro hasta dos días después de su nacimiento, así que Ferrari dio órdenes de que no se hiciese pública su muerte hasta dos días después. Para compensar. Italianos… No se sabe nunca por dónde te van a salir.
Enzo Ferrari y su carácter
Siempre se dijo que era un hombre complicado de tratar, y sobre todo para sus pilotos.
Según se dice, Ferrari promovía la competición entre sus propios pilotos, llevándoles hasta un punto dos pueblos más allá del límite razonable, y creando cierto malestar en la Scuderia.
Entre 1.950 y 1.960 se mataron 7 pilotos en coches Ferrari, por lo que la prensa comenzó a llamarle “el dios Saturno”, ya que según decían se nutría de sus hijos.
En su favor hay que decir que 7 muertes en esa época tampoco era nada exagerado, y como dijo Sir Stirling Moss, todos murieron por error humano, y ninguno por un fallo del vehículo.
Otra cosa que solía hacer Enzo era decir en público que las victorias se debían al coche y al piloto en una proporción del 50%, pero al parecer después, en privado, decía que el 100% se debía al coche.
A continuación os dejo algunas frases que se le atribuyen y que os puede dar una idea de cómo era este hombre:
“Un piloto debe ser un magnífico deportista, un hombre sin fama, y sobre todo que sea impotente, pues de esta forma se evitará que llegue tarde a cualquier prueba”.
“La aerodinámica es para hombres que no pueden construir motores potentes”.
“¿A ustedes les gustaría ver como uno de sus hijos se rompe una pierna o se estrella contra un árbol?¿Verdad que no? Por eso yo no veo las carreras”.
“Cuando usted compra un Ferrari está pagando el motor, lo demás se lo regalo”.
“Me gusta reunirme con la prensa y leer sus artículos. Ahí descubro que se me atribuyen frases geniales que jamás he dicho ni pensado”.
A la vista de esta última estamos seguros de que a Enzo le hubiesen gustado los principios de HablemosDeCoches.
Y esperamos que a vosotros os haya gustado conocer un poco más a un personaje tan relevante en el mundo de la automoción. Si no lo hiciste en su momento puedes leerte la primera parte, o la segunda parte de este artículo.
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La semana que viene vendremos a hablar más de coches.
Un comentario en «Enzo Ferrari, el triunfador infeliz (parte 3)»
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