La mayoría de la gente conoce la película 60 segundos. Un remake protagonizado por Nicolas Cage en el que unos ladrones deben robar una gran cantidad de coches para saldar una deuda. Todos nos quedamos con Eleanor, el cochazo que más problemas les da para conseguir y que se convirtió en un icono de la automoción. Como se repite hasta la saciedad en la película, Eleanor era un Shelby Mustang GT500 del ‘67, basado en el Ford Mustang, un icono de la automoción. ¿Quieres conocer la historia de un modelo así de mítico?
Ford Mustang, el jovencito Frankenstein
Corría el final de los 50 y Ford necesitaba algo nuevo. Cada vez había más marcas en el mercado estadounidense, y aunque el pastel crecía y crecía, Ford no conseguía toda la parte que quería. Y ya sabemos cómo son los norteamericanos con respecto a la comida…
Para tratar de conquistar a más clientes, Ford crea Edsel, una nueva marca destinada precisamente a eso: especializarse en un segmento concreto de clientes, y la presenta en 1.960.
¿A quién estaban destinados los Edsel? A la vista de los coches que hacía, era una marca para gente a la que le gustaban los coches feos. Pero no feos en plan FIAT Multipla, sino feos en plan cadáver en estado avanzado de putrefacción, echa un ojo si no me crees.

En 1.963 la marca se hunde, y pasa a la historia como uno de los mayores fracasos comerciales de la historia de la automoción.
Paralelamente, Ford estaba trabajando en el proyecto T-5, encabezado entre otros por Lee Iacocca, y que se trataba de un coche de dos plazas, con una línea agresiva y un motor potente.
Allá por 1.962 el proyecto era ese, pero alguien en Ford recordó que el Thunderbird ganó muchas ventas adicionales cuando se presentó como un 2+2 y acabaron modificando el proyecto original para que tuviese dos plazas pequeñas atrás.
Finalmente, en abril de 1.964 se presenta el Ford Mustang de 1.965 (los puristas lo llaman Ford Mustang 1.964 ½).
Se esperaba realizar unas 100.000 ventas el primer año, pero el primer fin de semana se llegó a los 22.000 pedidos. Y acabaría siendo el mayor éxito comercial desde el Ford Model A. Todo un tanto para el nuevo coche de la marca.
Aunque realmente no era un coche nuevo, porque se basaba en la plataforma del Ford Falcon, y tenía muchísimas piezas compartidas con él, y con el Fairlane, y más modelos de Ford… Y de Edsel, y esto es algo que resulta muy curioso, porque las piezas de aquellos coches que no se vendían y que tanto dinero le estaban costando a Ford, se iban a reutilizar en uno de los modelos más míticos de la marca, ya que realmente era una especie de Frankenstein hecho un poco a retales.
Los pony cars
Aunque no fue el primero en salir al mercado, el Ford Mustang es considerado el primer Pony Car americano. Se llamó así a una serie de coches que tenían en común el ser muscle cars, con una línea estéticamente deportiva y algo coupé, un capó largo, una retaguardia corta, un motor potente, y un precio asequible.
De hecho ese fue uno de los puntos claves del Mustang, su precio de 2.368$ dólares lo hacía muy competitivo, y aunque sus rivales no andaban muy lejos, el bueno era el Mustang.
No tardaron mucho en aparecer competidores que actualmente se consideran vehículos míticos: Chevrolet Camaro, Pontiac Firebird, AMC Javelin, Plymouth Barracuda (que en realidad se presentó un pelín antes que el Mustang), y el Dodge Challenger de segunda generación.
Pero el Mustang solía quedar por encima de los demás en las mentes de los consumidores, y eso es porque es un coche hecho para molar. De hecho se cree que le debe su nombre al P-51 Mustang, un avión de combate usado en la Segunda Guerra Mundial. ¿Cómo no va a molar?
Y es curioso eso del nombre, porque en Alemania no pudieron llamarlo así, porque la denominación comercial le pertenecía a una empresa llamada Krupp, de modo que los llamaron T-5 hasta 1.978. En lugar de llamarlos como el avión de combate de la Segunda Guerra Mundial… En Alemania… Pues eso, curioso.
Las 6 generaciones del Ford Mustang
El Mustang se ha ido actualizando a lo largo de los años y ha pasado por 6 generaciones distintas. Al final del artículo te las mostramos todas juntas en una galería.
Primera generación, 1964 ½ hasta 1.973
Es la original, y fue en la que se basó Carroll Shelby para hacer los míticos GT350 y GT500 originales. Unas bestias que potenciaban muchísimo el Mustang, y no sólo el coche en sí, también la imagen que el público tenía de él. De hecho, de ahí viene Eleanor, el GT500 de la película 60 segundos. Si queréis conocer más a Shelby, aquí te contamos su vida, primera y segunda parte.

Ford fue paulatinamente equipando este coche, y haciéndolo cada vez más grande y pesado, hasta que se convirtió en algo distinto de la idea original del Mustang. Incluso dejaron a Carroll Shelby fuera, y empezaron a fabricar sus propios Mustang bestializados, los Mach y Cobra (llamarlos Cobra era una manera descarada de relacionarlos con Shelby, pero se cree que le pagaban algún dinero por usar esta denominación).
El cambio fue tal que las ventas se desplomaron, y Lee Iacocca, que ya era presidente de Ford, pronunció la frase “el mercado del Mustang no nos abandonó, fuimos nosotros quienes lo abandonamos”.
Segunda generación, 1.974 hasta 1.978
En 1.970, Ford comenzó a rediseñar el Mustang para volver a los orígenes y hacerlo más pequeño y ligero. Se presentó en sociedad en 1.973 aunque no se lanzó al mercado hasta un año después.
El destino sonrió a Ford, que estaba presentando un coche más pequeño y ligero justo 2 meses antes de la gran crisis del petróleo del ‘73.
Tercera generación, 1.979 hasta 1.993
Esta generación ya contaba con una transmisión secuencial automática de 3 marchas, y tuvo un cambio estético muy importante: por primera vez, los parachoques ya no eran dos barras externas, sino que se integraban a la carrocería, y esto le daba un aire bastante más moderno.
Aquel Ford Mustang que nació para correr ahora se vendía con motores de 4, 6 y 8 cilindros… de hasta 140 cv.
A lo largo de la vida comercial se le dotó de una inyección electrónica que le daba 225 cv, aunque siguieron existiendo versiones más potentes y deportivas, aunque el coche ya no era la leyenda que fue originalmente.
Cuarta generación, 1.994 hasta 2.004
El coche gana un diseño más anguloso y agresivo, y los motores se modernizan. De hecho, el tope de gama era el 5.0 y se cambia por un 4.6 mucho más modernos aunque no tan potente.
Quinta generación, 2.005 hasta 2.014
Este es uno de mis diseños favoritos. La marca habla de diseño retro futurista, y se trata de una versión actualizada del modelo original que personalmente me vuelve loco.
Se vende, entre otros, con dos motores 4.0 de 202 cv y 4.6 de 300 cv.
Y vuelve la magia, porque en 2.006 aparece la versión Shelby de 500 cv… Y en 2.013 aparece una aún más bestia de 671 cv. Tiene más potencia que el bloque de pisos en el que vivo. Se distingue porque en el frontal no lleva un caballo, sino una cobra.
Sexta generación, 2.015 en adelante.
Esta generación es la que puedes comprar actualmente, y se caracteriza porque su diseño está más en línea con el resto de la gama, lo que Ford llama el Kinetic Design.
Se ha trabajado en que sea un coche más preparado para venderse a escala global, ya que hasta la fecha estaba pensado sólo para el mercado americano, de hecho, mirad, esto es una foto de la ruta 66, una de las carreteras más famosas de EEUU.

Como véis, no hay curvas, porque en EEUU no existen. Y como no es necesario torcer nunca, el Ford Mustang llevaba la suspensión trasera en una configuración que se llama “eje rígido”, y es la misma que tenían los coches de caballos. Pues la sexta generación por fin eliminó eso de la arquitectura del Mustang y le dio una configuración mecánica que cualquier consumidor Europeo podía ver lógica, ya que ahora el coche podía girar a gran velocidad sin dar vueltas de campana.
Y tú, ¿conoces algún dato relevante del Mustang? Puedes dejárnoslo en comentarios, o en nuestro Facebook o Twitter, estamos deseando aprender contigo.
Si te ha molado la entrada pero no te da el presupuesto para un Mustang, puedes comprarte uno de estos y colaborar con el blog.
2 comentarios en «Ford Mustang, el sueño húmedo de Nicolas Cage»
los cobra tanto en su concepción y potencia siempre han sido espectaculares, ahora se empiezan a ver más por España.
El otro día me crucé uno naranja y si no hubiera riesgo de pillarme algo, lo hubiera lamido. Que cosa más preciosa.