Duncan Hamilton, el crack (Parte1)

Os voy a hablar de un piloto muy especial, uno de esos que marcan una época.

Todos hemos oído hablar de las locuras de los pilotos de Fórmula 1, y de que algunos de ellos viven al límite, pero incluso entre ellos, siempre hay alguno que destaca.

¿Quién es este tío?

Seguramente cuando ves que un artículo empieza así piensas en el clásico entre los clásicos, el REY, el más loco de todos: James Hunt, pero no, hoy no venimos a hablar de él, aunque si os quedáis con las ganas, aquí tenéis.

Hoy toca hablar de alguien muy anterior: Duncan Hamilton.

¿Que no te suena? Pues tiene un buen palmarés… Fue piloto de Fórmula 1, y compitió en carreras de resistencia, como Le Mans. Fue a lomos de varios Jaguar, Ferrari, Maserati, e incluso un Talbot Lago T26C.

Talbot Lago T26C de Formula 1

Aunque siempre fue un hombre de Jaguar, D-Type, y C-Type fueron los dos modelos que más premios le han puesto en la estantería del salón.

Eran coches preciosos…

Mirad esa entrada de aire en el capó, por dios…

Pero bueno, hasta aquí todo “normal”, ahora dejamos de hablar del hombre, vamos a hablar del CRACK.

La borrachera de Le Mans

Le Mans, 1953, Duncan Hamilton no puede competir debido a un problema con el número de su coche (sí, la burocracia es una mierda), así que como buen Irlandés, se va al bar, y se coge una cogorza de las de no apuntar al mear.

Pero la fortuna quiere que todo se solucione y el bueno de Duncan pueda competir, aunque ahora el problema es otro: tiene tal cogorza que va con un centro de gravedad aleatorio.

No obstante, Duncan se monta en su Jaguar C-Type, y se mete a competir a muerte. Y cuando digo a muerte es a muerte: Fue la primera persona en dar una vuelta al circuito a una velocidad media superior a 100 mph.

No creo que lo hubiera conseguido sobrio.

El resto de su equipo, lógicamente se preocupa, así que en los pit stop empiezan a darle café, para que se le pase la melopea… Y Duncan dice que no, que no le den café porque le tiemblan las manos. Así que el equipo comienza a darle Brandy. Eran otros tiempos.

Pero es que hay más… Mira la foto de su coche otra vez…

No lleva parabrisas… Si se chocase con algo le daría directamente en la cara, ¿no? Pues circulando a 130 se llevó por delante un pájaro, que le partió la nariz. Afortunadamente iba lo suficientemente cocido como para no enterarse de eso y acabar la carrera en primera posición.

¿Estaba o no estaba más loco que James Hunt?

Si quieres saber más de este hombre, échale un ojo a la segunda parte.

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